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Cáncer Cervical: Carcinoma de Células Escamosas, Etapa 1B1 | Historia de Mila

Mila Lazarevsky, Escamoso, Etapa 1B1

Primeros Síntomas: bulto anormal en el área del cérvix, sangrado después de tener sexo
Tratamiento: Quimioterapia (Cisplatin), radiación, quimioterapia adyuvante (Carboplatin + Paclitaxel)
Estatus: Remisión

Historias de Cáncer Cervical
Carcinoma de Células Escamosas, Etapa 1B

Lo puedes superar. Va a ser difícil, vas a necesitar apoyo, pero llegará el día en el que podrás voltear a ver y será algo del pasado. Seguirás con tu vida y serás una persona más fuerte.

Mila Lazarevsky

 Nombre: Mila Lazarevsky

Diagnóstico (Junio 2015):

  • Cáncer Cervical
  • Etapa 1B1

Edad en la que la diagnosticaron: 29 años

Primeros Síntomas:

  • Bulto anormal en el área de la cérvix
  • Sangrado después de tener sexo

Forma en la que la diagnosticaron:

  • Papanicolau de rutina mostró resultados irregulares con carcinoma de células escamosas

Tratamiento:

  • Quimioterapia Cisplatin
  • Radiación
  • Quimioterapia adyuvante: Carboplatin + Paclitaxel (Taxol)


Diagnóstico

¿Cómo fue que te diagnosticaron?

Aproximadamente dos meses antes de ser diagnosticada empecé a sentir un pequeño bulto que resultó estar dentro de mi cérvix. No sabía qué era, no me dolía, simplemente estaba ahí. Luego, aproximadamente un mes antes de ser diagnosticada empecé a sangrar después de tener sexo. Tiempo después me enteré que esa es la mayor indicación de cáncer cervical.

No obstante, el diagnóstico fue por un papanicolau de rutina. Regresó con resultados irregulares que indicaban carcinoma de células escamosas. Yo ya sabía que tenía el Virus del Papiloma Humano (HPV) así que no estaba tan preocupada, pero luego me dijeron que tendría que hacerme una colposcopía en la que me harían una biopsia. Con esa biopsia confirmaron que era cáncer.

¿Qué sentiste cuando te diagnosticaron?

El primer sentimiento fue de shock. Estaba sentada con mi obstetra quien fue la doctora me dio la noticia. Mientras que ella, sentada a mi lado, me hablaba y me explicaba cómo se veía y cuáles serían los siguientes pasos, yo estaba centrada en el suelo.

Realmente no podía mirarla. Tampoco podía mirar a mi novio a la cara porque sabía que si levantaba la vista empezaría a llorar. Así que me centré en el suelo para intentar no llorar.

Una vez que subimos al carro, recuerdo no haber llorado porque aún no quería creer que tenía cáncer. No quería decir la palabra cáncer. Estoy segura de no haber podido decir la palabra cáncer por al menos dos o tres semanas desde entonces.

Honestamente, no me atrevía a decir la palabra; mucho menos reconocer que era algo que tenía. La primera vez que lloré fue esa noche cuando me fui a la cama. De hecho, ahora que lo pienso, no lloré tanto durante todo el proceso.

Por suerte para mí, no era un cáncer terminal y lo detectaron a tiempo, así que creo que sabía que no corría peligro real de morir. Solo iba a ser algo que iba a alterar mi vida por un tiempo y probablemente algunos efectos secundarios se quedarían conmigo.

Tenía un gran apoyo en mi novio quien solía estar en el Ejército, así que creo que está acostumbrado a lidiar con este tipo de cosas y ser fuerte. Él no mostró nada de preocupación. AL contrario, se mostró muy serio al respecto, lo cual me ayudó a ser fuerte. No sentí que necesitaba ser fuerte para él, así que fue una gran ayuda para mí. Normalmente acostumbro cerrarme al exterior y quedarme con mis propios sentimientos.

¿Por qué se retrasó el diagnóstico?

En realidad terminó siendo más largo porque lo pospuse. La prueba del papanicolaou que obtuve fue en junio. En ese entonces, los resultados volvieron bastante rápido y me ordenaron que me hiciera una colposcopia. No obstante, terminé posponiéndolo por un par de meses porque tenía un viaje planeado a las Bahamas.

Acababa de comenzar un nuevo trabajo; era algo que realmente no tenía contemplado. Como ya sabía que tenía VPH desde los 19 años, pensé que era algo relacionado. Nunca pensé que fuera algo de esa magnitud.

Así que cuando fui por mi colposcopía fue a principios de agosto. Tenía una cita de seguimiento agendada con mi médico una semana más tarde para obtener mis resultados y hablar. Ella me llamó un par de días después de la cita inicial y me pidió que fuera, lo cual me preocupó un poco.

Pensé que tal vez tenía una infección o algo así. Luego, cuando entré, llevé a mi novio a la cita porque ella me había pedido que trajera a alguien, lo que también por alguna razón en ese momento no me preocupó. Fue entonces cuando me dio la noticia. Desde la colposcopía hasta el diagnóstico solo pasaron unos cuantos días.

¿Qué es una colposcopía?

Fue una biopsia realmente rápida. En realidad, ni siquiera sabía que iba a ser una biopsia, lo cual probablemente me ayudó. No sabía muy bien lo que era una colposcopia. Simplemente fui porque me dijeron que lo necesitaba. Fue bastante doloroso. Creo que fue un corte o algo parecido y me extrajeron un pedazo del tumor.

¿Cuál era la etapa del cáncer?

Etapa 1B1 cuando inicialmente fui diagnosticada. Lo interesante del cáncer cervical es que, una vez que me operaron y me hicieron una biopsia de algunos ganglios linfáticos, descubrieron que se había metastatizado en mis ganglios linfáticos.

Sin embargo, a diferencia de otros tipos de cáncer, para el cáncer cervical por alguna razón no cambia la etapa, incluso ya con metástasis, por lo que mi estado se mantuvo en 1B1.

¿Necesitaste una histerectomía?

Debido al diagnóstico me hicieron algo llamado traquelectomía radical que es donde toman solo la pieza del cuello uterino. Creo que era de dos pulgadas o menos.

Afortunadamente, mi médico estaba entrenado para hacer ese tipo de cirugía y lo hizo por vía laparoscópica. Pude no tener que someterme a una histerectomía gracias a eso.

¿Cuál fue el siguiente paso tras la cirugía?

Después de la cirugía, si mis ganglios linfáticos hubieran vuelto a estar limpios ese habría sido el final. Yo estaba sentada en la oficina de mi oncólogo cuando obtuvo los resultados porque aún no habían llegado.

Así que, al mismo tiempo que él descubrí que había hecho metástasis en dos de los seis u ocho ganglios linfáticos que me habían revisado. Inmediatamente llamó a un colega suyo, oncólogo de radiología, para que me hiciera una cita con él. Luego establecimos un plan para mi régimen de quimioterapia y radiación.

¿Habría podido ser detectado antes con un papanicolau?

Las pautas son, en esencia, que solo debes tener una prueba de Papanicolaou cada tres años. Según mi obstetra, ella realmente no está de acuerdo con eso. Obviamente yo tampoco.

En mi caso, me había hecho pruebas de Papanicolaou antes y siempre había tenido resultados irregulares desde los 19 años. Luego entonces, me hacían una cada año. Luego, un año tuve resultados regulares, que ahora he aprendido que puedes tenerlos incluso si tienes una cepa de VPH de alto riesgo.

Debido a que mis resultados fueron regulares el año anterior, cuando fui el siguiente año, el médico al que ingresé en ese momento me dijo que no necesitaba uno y que el siguiente no necesitaba tenerlo sino hasta dentro de tres años.

Así que la próxima vez que volví para hacerme una prueba de Papanicolaou fue en junio de 2015. Mi obstetra dijo que parecía que era un tumor de crecimiento muy lento que probablemente se había desarrollado durante aproximadamente tres años. Así podría haberse evitado fácilmente.

Tratamientos y Efectos Secundarios

¿Cuál fue tu plan de tratamiento?
  1. Quimio-radiación concurrente: quimioterapia + radiación administrada al mismo tiempo.
  2. Quimioterapia adyuvante: quimioterapia administrada para prevenir la recurrencia.
  • Quimioterapia: Cisplatino
    • 6 ciclos, cada ciclo = 1 semana
      • Reducido a 4 ciclos debido a la neuropatía
    • Día 1: una sesión de infusión de 8 horas
    • Día 2-4: malos efectos secundarios.
      • Náusea
      • Neuropatía
      • Pérdida del gusto
      • Sensible al olfato
    • Día 5-7: típicamente los días de curación.
  • Radiación
    • Todos los días de la semana durante 25 días.
    • Cinco semanas, no fines de semana.
  • Quimioterapia adyuvante: carboplatino + paclitaxel (Taxol®)
    • 4 ciclos, cada ciclo = 3 semanas
    • Usé capas frías para salvar el cabello.
Describe la radiación.

Antes de ir a radiación por la mañana tenía que prepararme. Primero me medían para que los láseres apuntaran al mismo lugar cada vez. Me hicieron tres marcas de puntos pequeños que son excelentes recuerdos para mí en mi pelvis para el futuro. Es gracioso, bromeo diciendo que tengo tres tatuajes.

Una vez adentro me acostaban en una máquina para administrarme la radiación. Era una máquina en forma de tubo en la cual introducía mi pelvis. Mi cabeza no tenía que estar dentro, pero la mitad de mi cuerpo si lo estaba.

El proceso en sí tomaba aproximadamente diez minutos. No me dolió para nada. Simplemente estaba acostada en la máquina ruidosa. Una vez terminado te puedes ir. No es ni doloroso ni aterrador en lo absoluto.

¿Cómo se sintió la radiación?

La radiación, en sí, no la sentí. Mi piel era mucho más propensa a las lesiones. No sentí la quemadura del sol que uno siente con otros tipos de radiación, pero tenía la piel realmente frágil.

Si recibía un rasguño o algo así, no desaparecía. Tendría que ponerle crema. En mi caso, debido a que era radiación pélvica, tampoco podía tener relaciones sexuales. Fue un proceso bastante doloroso.

¿Tuviste efectos secundarios debido a la radiación?

Fui realmente sedentaria, especialmente durante ese tiempo. En la zona pélvica de mi espalda era donde recibía muchas lesiones y me picaba mucho. Al principio me rascaba sin darme cuenta de que era por la radiación y me salían costras que no desaparecían.

La combinación de quimioterapia y radiación me causó enfermedad y estreñimiento. Combinado con la náusea de la quimioterapia y todo lo demás, descubrí que lo mejor era tomar un jugo de ciruela en lugar de todos los diferentes medicamentos que te daban.

¿Tuviste que ir a terapia física al terminar la radiación?

Comencé a ver a un fisioterapeuta pélvico que me recomendó mi oncólogo radioterapeuta. Estoy muy feliz de haberlo hecho. Él me explicó los riesgos de no hacer terapia después de la radiación. Si no haces ciertos ejercicios o estiras ciertos músculo, la radiación provoca que las cosas se contraigan. Lo mismo pasa con la vagina.

Con la radiación pélvica, si no la estiras o no la dilatas regularmente, existe la posibilidad de que tu vagina se reduzca a un tamaño realmente pequeño. Creo que dijo dos pulgadas, quizás más pequeña. Y es por eso que me debía someter a una serie de ejercicios para prevenirlo.

Ya que tuve cirugía y radiación, tenía una gran cantidad de cicatrices en la zona pélvica y alrededor. Los músculos estaban realmente contraídos. También tuve trauma muscular, lo cual es una tensión de los músculos en el área.

Tuve una fisioterapeuta maravillosa que me ayudó a hacer todos los ejercicios y me mostró cómo hacerlo por mi cuenta. Usaba una máquina de estimulación electrónica para ayudarme con los fuertes dolores pélvicos que tenía. Fue algo que me ayudó bastante.

¿Cuánto tiempo duró la terapia?

Hice terapia física durante los primeros dos o tres meses. Tengo cicatrices en diferentes áreas y me mostraron cómo masajearlas para que no tuvieran la ondulación que normalmente se ve en las cicatrices.

Son suaves y se desvanecen con el tiempo. Una vez que me mostraron cómo hacer todas esas cosas y que había mejorado, no tenía mucho sentido acudiendo, así que lo hice durante el primer par de meses y luego pude hacerlo solo.

En la última cita aprendí que la dilatación debe suceder a perpetuidad por el resto de su vida, a menos que tenga relaciones sexuales regulares lo cual estira la vagina. Al principio, estoy bastante segura de que me dijeron que solo tenía que hacerlo durante el primer año; año y medio. Resulta que es para toda la vida.

¿Podrías describir la terapia y la estimulación?

La estimulación electrónica no era un tipo de estimulación placentera. Fueron dos partes diferentes: en el muslo interno y alrededor del pelvis. Me quiso explicar la razón de los dolores realmente agudos y dijo que hay diferentes tipos de nervios y sistemas nerviosos, y había cierto tipo de nervios que estaban afectados.

Es por eso que estaba teniendo dolores realmente agudos. La estimulación electrónica confundiría al sistema nervioso y entraría en contacto con diferentes nervios que ayudarían a que el sistema nervioso que estaba afectado y se activaba no lo hiciera. Era bastante útil para los dolores.

Creo que es para cualquiera que haya recibido radiación en la pelvis porque la radiación hace que el canal vaginal se contraiga. Hay unos dilatadores que varían en tamaño.

Tienen forma de cono y se entrelazan. Al principio, cuando termina la radiación por primera vez, probablemente comience con el tamaño más pequeño. Se usa para estirar los músculos vaginales. Usaban también uno más pequeño para estirar los músculos en diferentes direcciones y así poder sacar los nudos haciendo los músculos más flexibles.

Uno simplemente se acuesta y se coloca el más dilatador más grande por unos minutos todos los días. Eso ayuda a que el canal no se contraiga.

Admito que no fui muy buena con el tratamiento ya que se supone que se debe hacer una vez al día pero yo lo hacía aproximadamente una vez por semana. Para mí estuvo bien, pero creo que varía para cada persona.

Describe el primer ciclo de quimioterapia.

La primera quimio fue bastante sencilla y directa. Entraba, me enganchaban, me daban esteroides y pasaban por diferentes bolsas intravenosas. Debido a que me estaban administrando esteroides, en mis días de quimioterapia me sentía bien. Solo estaba conectada con la inyección intravenosa ocho horas, pero eso era todo.

Para esa primera ronda de quimioterapia me colocaron una línea de PICC que, honestamente, era más molesta que cualquier otra cosa porque era un tubo de plástico que tuve saliendo del brazo durante todo el tiempo que duró el tratamiento. El tubo de plástico tiene un catéter en el interior, por lo que no necesariamente tiene que atravesar las venas de los brazos.

Pero es difícil bañarse, es incómodo al dormir y hay que limpiarlo. Al principio es bastante doloroso porque se está curando y hay un agujero por el que salía el tubo. No me encantó.

¿Cuáles fueron los efectos secundarios de la quimioterapia?

En ese entonces yo todavía estaba trabajando, así que en realidad me la pasaba en mi laptop trabajando. Tuve algunos incidentes con unos clientes que tuve que arreglar, lo cual fue realmente divertido porque estaba haciendo todas las llamadas y contestando todos mis correos desde mi casa. Me sentí mucho más a gusto.

En los días posteriores es cuando empezaba a sentirme realmente mal porque los esteroides dejaban de hacer efecto. No el día siguiente, pero el segundo día después de la quimioterapia.

La primera quimioterapia a la que me sometí se llamaba cisplatino. Fue bastante neurotóxica. Se suponía que debía pasar por seis sesiones, pero el doctor lo terminó a las cuatro sesiones porque empecé a escuchar un ruido en mis oídos.

El doctor me advirtió que si no cortábamos el tratamiento esa neuropatía podría causarme una pérdida del oído.

Describe el ciclo de los efectos secundarios.

El día que mejor me sentía era el día justo antes de la siguiente quimioterapia. Es como una ola; te sientes bien el día de la quimioterapia y luego va cuesta abajo desde allí.

Creo que el 4to día era el peor, luego te empiezas a sentir un poco mejor el 5to y 6to día solo para tener que ir a recibir otra dosis el 7mo día.

Los días que más se sentían los efectos eran el 2do, 3ro y 4to. Durante ese tiempo estaba fatigada, con muchas náuseas, muy sensible a los olores y perdía mi sentido del gusto.

Mi sentido del olfato se agudizaba, por lo que incluso el olor a café o el olor a colonia, que por lo general me encanta, me hacía sentir muy enferma.

No podía comer nada; perdí mucho peso. Lo único que realmente podía comer eran zanahorias y apio; a veces con tostadas secas. Eran mis salvadores y aún se me antojan cuando los veo ahora. Era lo único que comía.

¿Tomaste medicamento para los efectos secundarios?

Traté de tomar medicamentos contra las náuseas. Hay uno llamado Ondanestron, pero honestamente no me ayudó en absoluto. Lo único que me funcionó fueron los alimentos con marihuana. Ni siquiera fumarla me servía. Tan pronto comía un alimento, este hacía efecto, me sentía mucho mejor y podía comer.

El único otro efecto era que el THC y el CBD también me alteraban. Por lo general los tomaba por las noches para ayudarme a dormir porque no me encantan los alimentos comestibles. Eso fue, honestamente, lo único que me hizo sentir normal.

Describe la quimioterapia adyuvante.

Carboplatino + Paclitaxel (Taxol®)

La segunda quimio fue mejor en términos del dolor. No sentí dolor en absoluto. Me dieron unos esteroides para antes y después con los que me sentía tan bien que hasta podía ir a la oficina y trabajar sin problemas. Pude comer, no me sentía enferma en absoluto. Me sentía normal los días en los que no tenía sesión de quimioterapia.

Los días de quimioterapia, en sí, fueron más complicados porque esos fueron los días en los que me estaba poniendo las capas frías. Constantemente las tenía que estar cambiando y me dolía mucho la cabeza.

Cabello

Describe la pérdida del cabello.

Para mí, mantener mi cabello era extremadamente importante porque no quería que la gente supiera que tenía cáncer sin que yo se lo dijera.

Quería tener el control de esa información. Cuando me diagnosticaron por primera vez, ni siquiera podía decir la palabra cáncer, y mucho menos decirle a las personas que lo tenía.

Perdí mis cejas y mis pestañas, pero creo que tener cabello es una señal de salud. Al ver a alguien con poco cabello uno automáticamente asume que tienen cáncer o que se están quedando calvos. No quería que la gente asumiera eso de mí.

Algunas veces iba a lugares como, por ejemplo, un bar o algún lugar en donde le decía a la gente. A lo que ellos respondían: “Pero te ves bien”. Cualquier persona que me conozca o me haya conocido durante ese tiempo sabe que no le debes decir eso a alguien que está pasando por algo como eso.

No sé cómo se sentirían los demás al respecto, pero a mi me enfurecía porque sentía que estaban invalidando mi condición al decir que no me veía como lo que ellos creían que se vería alguien con tales condiciones.

Por ende, el cabello me importaba porque me permitía no verme como la idea que las personas normalmente asociaban con el cáncer.

¿Usaste capas frías para salvar tu cabello?

Encontré las capas frías al estar buscando maneras de salvar el cabello durante la quimioterapia en línea. Basado en lo que encontré era lo único que parecía ayudar a preservar el cabello.

Describe las capas frías.

La segunda vez que te colocas las capas no puedes funcionar. Se mantienen a -32 grados centígrados porque están en hielo seco. No pude trabajar durante esas sesiones de quimioterapia. Solo me recostaba por ocho horas. Es diferente dependiendo del tipo de quimio que esté recibiendo, pero hay que usarlos prácticamente todo el día, incluso después de que se termine la infusión.

Hay que cambiarlos cada 30 minutos así que en el segundo en que uno se acostumbra a la temperatura se cambian y otra vez empieza el dolor de cabeza.

¿Cómo obtuviste las capas frías?

Es bastante caro. Creo que por los tres meses que lo hice pagué alrededor de unos $5000 dlls de mi bolsillo. Ni siquiera se pueden comprar en los Estados Unidos porque no han sido aprobadas. Hay que rentarlos de un proveedor y se paga una cuota mensual.

Una vez que termina el tratamiento se devuelven. No recuerdo bien cuál es la tarifa de alquiler. Fue algo cercano a los $1000 más gastos de envío y el hielo seco.

Si no tiene a alguien que lo ayude puede contratar personal para que lo acompañe durante sus días de quimioterapia y lo ayude a cambiar las capas frías cada 30 minutos.

Una vez que le comenté lo de las capas frías a mi doctor me refirió con una paciente ya mayor que él conoció y que también usó capas frías.

Ella fue una gran ayuda porque había muchas cosas que necesitaba comprar como refrigeradores, guantes que no quemen a la persona que manejan el hielo seco y una pistola de temperatura. Además, hay que saber colocar el fieltro sobre la frente y las orejas para que no se quemen.

Es todo un proceso y es necesario hacerlo bien porque uno está desembolsando mucho dinero y si no se hace de forma correcta el esfuerzo es en vano y el cabello se termina cayendo de todos modos.

Las capas frías no garantizan que salvarán tu cabello.

Absolutamente. Mi doctor fue muy honesto. Me dijo que no garantizaba nada y que tal vez salvaría el 50% de mi cabello o quizás menos. Por suerte para mí, diría que salvé alrededor de 70-75%. Obviamente se notaba que había perdido cabello. Tenía un par de manchas en la cabeza que eran un poco calvas, pero nada que no pudiera cubrir con una sombra de ojos negra y peinándome. Perdí mis cejas, así que tuve que trazarlas y perdí mis pestañas. No obstante, creo que si no lo sabías, si conocía a alguien en la calle y ellos no sabían, no se daban cuenta.

Apoyo

¿Quién mencionó los riesgos con la fertilidad la primera vez?

Mi doctor no lo mencionó. Fui yo quien lo mencionó porque sabía que afectaría mi fertilidad. Por suerte, mi cáncer no fue tan agresivo así que pude retrasar el inicio de mi régimen de quimioterapia y radiación lo suficiente como para hacerme una Fertilización in Vitro (FIV). Mi doctor me puso en contacto con un colega suyo que era un excelente médico especializado en FIV.

Yo diría que el objetivo del médico es matar el cáncer. Su principal preocupación no es la calidad de vida del paciente necesariamente. Lo que sucede después de que hayan hecho su trabajo de matar el cáncer y mantenerlo con vida no es tan importante en sus ojos. Ellos también son personas, por lo que son conscientes y simpatizan, pero depende de usted ser su propio defensor.

Si tener hijos es algo que es importante para usted, investigue realmente las opciones que tiene y menciónelo porque no necesariamente lo van a mencionar.

Por ejemplo, mi oncólogo radioterapeuta fue muy franco y sincero conmigo sobre el hecho de que, después de la radiación, lo más probable era que no pudiera tener hijos. Eso fue todo lo que me dijo al respecto. Nadie propuso la FIV ni ningún otro método alterno.

Por lo tanto, es realmente importante poder hacer su propia investigación al respecto para poder hablar con los médicos y pedir, de ser necesario, que se posponga el tratamiento para pasar por una ronda acelerada de FIV.

Existen organizaciones que ayudan a los pacientes con el aspecto monetario de la misma ya que tampoco no lo cubre el seguro y es realmente costoso. Walgreens, por ejemplo, tiene el “Programa Heartbeat”. Livestrong también tiene un programa realmente genial.

Ir a: Organizaciones Contra el Cáncer

¿Trabajaste durante el tratamiento?

Trabajé desde casa. Por suerte tenía un gerente increíble y mi trabajo fue muy comprensivo al respecto. Sin embargo, incluso cuando trabajaba no estaba trabajando a toda mi capacidad.

Pasaba mucho tiempo tumbada en la cama viendo la televisión porque realmente no podía concentrarme tanto ni hacer nada más.

Sufrí bastante del famoso cerebro de quimio, que hace que no puedas concentrarte. No podía pensar en las palabras que quería usar y eso fue realmente frustrante para mí porque siempre me había enorgullecido de tener un gran vocabulario.

¿Cómo fue la vida después del tratamiento?

Diría que la vida volvió a la normalidad debido a que estaba trabajando. Estaba fatigada. Me tomó tiempo ajustarme ya que seguí yendo a citas regulares con el médico. Todavía voy al hospital y voy a ver a mi médico para que confirmen que todo está bien.

¿Cómo fue tratar con las aseguradoras para el tratamiento?

Una cosa que me pareció interesante y un poco difícil fue el hecho de que no hubiera nadie que ayudara con el aspecto financiero de las cosas. En mi caso, mi trabajo estaba cambiando de proveedor de seguros en el momento en que yo estaba pasando por esto, así que desafortunadamente tuve que liquidar mi deducible dos veces.

En realidad, no he encontrado a nadie que ayude con el proceso financiero. Es realmente ineficiente.

Supongamos que tiene una visita al médico y le hacen los análisis de laboratorio; recibirá múltiples facturas de múltiples proveedores diferentes: del médico, del laboratorio y quizás de otra persona por esa misma visita. A menos que realmente siga la pista y los llame, se vuelve algo muy confuso.

Lo que me funcionó mejor fue cuando llamar a mi seguro con todas las facturas frente a mí con los números de referencia para hacer un seguimiento de las fechas en una hoja de cálculo de las citas que tenía, lo que se hizo en cada cita y ver qué pagaron y qué no.

Hablando con ellos me di cuenta de que muchas veces los proveedores pueden dar el número de referencia incorrecto o pueden intentar facturar algo diferente.

No es un proceso fluido y no es automático. Hay personas detrás del proceso, por lo que hay un montón de errores humanos que pueden potencialmente terminar causando pérdidas de miles de dólares.

A menos que llame dos o tres veces a diferentes lugares y descubra el error, simplemente se quedará atascado pagando esos miles de dólares que podrían haber sido unos cuantos cientos.

¿Cuál es tu consejo para lidiar con los pagos?

Aprendí de un amigo que había tenido una cirugía antes y había pasado por esto. Dijo que hiciera un plan de pago para que no tuviera que pagar todo de inmediato.

Debido a que se trata de una factura médica, no pueden cobrarle intereses por esos pagos, por lo que puede pagar $ 100 al mes o lo que pueda. Están dispuestos a trabajar con usted.

Si puede probar una dificultad monetaria, existe la posibilidad de que reduzcan esa factura por usted. Sólo hay que preguntar. Saber que puedes pedir ese tipo de cosas es importante y es un alivio.

¿Tuviste que abogar por ti misma?

Definitivamente apoyo la idea de ser tu propio defensor de múltiples maneras. Ir al médico y obtener una segunda opinión desde el principio y hacer su investigación antes de ir a la cita.

Puede ser que uno haya encontrado algo un poco más nuevo o experimental que le gustaría tratar, pero el doctor es más conservador y no lo mencionó.

Es absolutamente necesario que se responsabilice y realice su propia investigación para estar preparado cuando ingrese a la oficina y pueda así participar activamente en su plan de tratamiento. En segundo lugar, ser realmente tu propio defensor al decir si algo no se siente bien, mencionarlo y no dejarlo pasar.

Por ejemplo, si no se siente bien, si va al hospital, los médicos tienen un determinado libro de jugadas. Saben que deben buscar ciertos síntomas, saben que deben buscar ciertas condiciones y parámetros, pero fuera de eso, no piensan demasiado fuera de la caja. Usted podría ser un caso especial.

A menos que abogue por usted mismo su situación podría empeorar. Eso es absolutamente importante. Cuando se trata del aspecto monetario de las cosas, es importante ser su propio defensor e ir al hospital, al consultorio del médico o al laboratorio.

Lo mejor para ellos es que se les pague de alguna manera, así que incluso puede solicitar algún tipo de reducción en su factura basada en lo que usted la paga y podrían llegar a un acuerdo.

La mejor manera de hacerlo es diciendo que de reducirse la factura, lo pagará todo de contado. Simplemente sea un participante activo en su tratamiento y también en el pago.

El mensaje de Mila.

Soy Mila Lazarevsky y soy sobreviviente de cáncer cervical. Me diagnosticaron en el otoño de 2015 y he estado en remisión durante los últimos dos años.

El mensaje que quiero transmitir es que puedes hacerlo, va a ser difícil, necesitarás apoyo, pero llegará el día en el que podrás voltear a ver y será algo del pasado.

Seguirás con tu vida serás una persona más fuerte. Te ayudará a ver la vida tal como es y no te estresarás tanto por las minucias cotidianas porque la buena noticia es que estás vivo y no tienes cáncer.

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Cáncer Cervical: Carcinoma de Células Escamosas, Etapa 1B1 | Historia de Mila

Historias de Cáncer Cervical
Carcinoma de Células Escamosas, Etapa 1B

Lo puedes superar. Va a ser difícil, vas a necesitar apoyo, pero llegará el día en el que podrás voltear a ver y será algo del pasado. Seguirás con tu vida y serás una persona más fuerte.

Mila Lazarevsky

 Nombre: Mila Lazarevsky

Diagnóstico (Junio 2015):

  • Cáncer Cervical
  • Etapa 1B1

Edad en la que la diagnosticaron: 29 años

Primeros Síntomas:

  • Bulto anormal en el área de la cérvix
  • Sangrado después de tener sexo

Forma en la que la diagnosticaron:

  • Papanicolau de rutina mostró resultados irregulares con carcinoma de células escamosas

Tratamiento:

  • Quimioterapia Cisplatin
  • Radiación
  • Quimioterapia adyuvante: Carboplatin + Paclitaxel (Taxol)


Diagnóstico

¿Cómo fue que te diagnosticaron?

Aproximadamente dos meses antes de ser diagnosticada empecé a sentir un pequeño bulto que resultó estar dentro de mi cérvix. No sabía qué era, no me dolía, simplemente estaba ahí. Luego, aproximadamente un mes antes de ser diagnosticada empecé a sangrar después de tener sexo. Tiempo después me enteré que esa es la mayor indicación de cáncer cervical.

No obstante, el diagnóstico fue por un papanicolau de rutina. Regresó con resultados irregulares que indicaban carcinoma de células escamosas. Yo ya sabía que tenía el Virus del Papiloma Humano (HPV) así que no estaba tan preocupada, pero luego me dijeron que tendría que hacerme una colposcopía en la que me harían una biopsia. Con esa biopsia confirmaron que era cáncer.

¿Qué sentiste cuando te diagnosticaron?

El primer sentimiento fue de shock. Estaba sentada con mi obstetra quien fue la doctora me dio la noticia. Mientras que ella, sentada a mi lado, me hablaba y me explicaba cómo se veía y cuáles serían los siguientes pasos, yo estaba centrada en el suelo.

Realmente no podía mirarla. Tampoco podía mirar a mi novio a la cara porque sabía que si levantaba la vista empezaría a llorar. Así que me centré en el suelo para intentar no llorar.

Una vez que subimos al carro, recuerdo no haber llorado porque aún no quería creer que tenía cáncer. No quería decir la palabra cáncer. Estoy segura de no haber podido decir la palabra cáncer por al menos dos o tres semanas desde entonces.

Honestamente, no me atrevía a decir la palabra; mucho menos reconocer que era algo que tenía. La primera vez que lloré fue esa noche cuando me fui a la cama. De hecho, ahora que lo pienso, no lloré tanto durante todo el proceso.

Por suerte para mí, no era un cáncer terminal y lo detectaron a tiempo, así que creo que sabía que no corría peligro real de morir. Solo iba a ser algo que iba a alterar mi vida por un tiempo y probablemente algunos efectos secundarios se quedarían conmigo.

Tenía un gran apoyo en mi novio quien solía estar en el Ejército, así que creo que está acostumbrado a lidiar con este tipo de cosas y ser fuerte. Él no mostró nada de preocupación. AL contrario, se mostró muy serio al respecto, lo cual me ayudó a ser fuerte. No sentí que necesitaba ser fuerte para él, así que fue una gran ayuda para mí. Normalmente acostumbro cerrarme al exterior y quedarme con mis propios sentimientos.

¿Por qué se retrasó el diagnóstico?

En realidad terminó siendo más largo porque lo pospuse. La prueba del papanicolaou que obtuve fue en junio. En ese entonces, los resultados volvieron bastante rápido y me ordenaron que me hiciera una colposcopia. No obstante, terminé posponiéndolo por un par de meses porque tenía un viaje planeado a las Bahamas.

Acababa de comenzar un nuevo trabajo; era algo que realmente no tenía contemplado. Como ya sabía que tenía VPH desde los 19 años, pensé que era algo relacionado. Nunca pensé que fuera algo de esa magnitud.

Así que cuando fui por mi colposcopía fue a principios de agosto. Tenía una cita de seguimiento agendada con mi médico una semana más tarde para obtener mis resultados y hablar. Ella me llamó un par de días después de la cita inicial y me pidió que fuera, lo cual me preocupó un poco.

Pensé que tal vez tenía una infección o algo así. Luego, cuando entré, llevé a mi novio a la cita porque ella me había pedido que trajera a alguien, lo que también por alguna razón en ese momento no me preocupó. Fue entonces cuando me dio la noticia. Desde la colposcopía hasta el diagnóstico solo pasaron unos cuantos días.

¿Qué es una colposcopía?

Fue una biopsia realmente rápida. En realidad, ni siquiera sabía que iba a ser una biopsia, lo cual probablemente me ayudó. No sabía muy bien lo que era una colposcopia. Simplemente fui porque me dijeron que lo necesitaba. Fue bastante doloroso. Creo que fue un corte o algo parecido y me extrajeron un pedazo del tumor.

¿Cuál era la etapa del cáncer?

Etapa 1B1 cuando inicialmente fui diagnosticada. Lo interesante del cáncer cervical es que, una vez que me operaron y me hicieron una biopsia de algunos ganglios linfáticos, descubrieron que se había metastatizado en mis ganglios linfáticos.

Sin embargo, a diferencia de otros tipos de cáncer, para el cáncer cervical por alguna razón no cambia la etapa, incluso ya con metástasis, por lo que mi estado se mantuvo en 1B1.

¿Necesitaste una histerectomía?

Debido al diagnóstico me hicieron algo llamado traquelectomía radical que es donde toman solo la pieza del cuello uterino. Creo que era de dos pulgadas o menos.

Afortunadamente, mi médico estaba entrenado para hacer ese tipo de cirugía y lo hizo por vía laparoscópica. Pude no tener que someterme a una histerectomía gracias a eso.

¿Cuál fue el siguiente paso tras la cirugía?

Después de la cirugía, si mis ganglios linfáticos hubieran vuelto a estar limpios ese habría sido el final. Yo estaba sentada en la oficina de mi oncólogo cuando obtuvo los resultados porque aún no habían llegado.

Así que, al mismo tiempo que él descubrí que había hecho metástasis en dos de los seis u ocho ganglios linfáticos que me habían revisado. Inmediatamente llamó a un colega suyo, oncólogo de radiología, para que me hiciera una cita con él. Luego establecimos un plan para mi régimen de quimioterapia y radiación.

¿Habría podido ser detectado antes con un papanicolau?

Las pautas son, en esencia, que solo debes tener una prueba de Papanicolaou cada tres años. Según mi obstetra, ella realmente no está de acuerdo con eso. Obviamente yo tampoco.

En mi caso, me había hecho pruebas de Papanicolaou antes y siempre había tenido resultados irregulares desde los 19 años. Luego entonces, me hacían una cada año. Luego, un año tuve resultados regulares, que ahora he aprendido que puedes tenerlos incluso si tienes una cepa de VPH de alto riesgo.

Debido a que mis resultados fueron regulares el año anterior, cuando fui el siguiente año, el médico al que ingresé en ese momento me dijo que no necesitaba uno y que el siguiente no necesitaba tenerlo sino hasta dentro de tres años.

Así que la próxima vez que volví para hacerme una prueba de Papanicolaou fue en junio de 2015. Mi obstetra dijo que parecía que era un tumor de crecimiento muy lento que probablemente se había desarrollado durante aproximadamente tres años. Así podría haberse evitado fácilmente.

Tratamientos y Efectos Secundarios

¿Cuál fue tu plan de tratamiento?
  1. Quimio-radiación concurrente: quimioterapia + radiación administrada al mismo tiempo.
  2. Quimioterapia adyuvante: quimioterapia administrada para prevenir la recurrencia.
  • Quimioterapia: Cisplatino
    • 6 ciclos, cada ciclo = 1 semana
      • Reducido a 4 ciclos debido a la neuropatía
    • Día 1: una sesión de infusión de 8 horas
    • Día 2-4: malos efectos secundarios.
      • Náusea
      • Neuropatía
      • Pérdida del gusto
      • Sensible al olfato
    • Día 5-7: típicamente los días de curación.
  • Radiación
    • Todos los días de la semana durante 25 días.
    • Cinco semanas, no fines de semana.
  • Quimioterapia adyuvante: carboplatino + paclitaxel (Taxol®)
    • 4 ciclos, cada ciclo = 3 semanas
    • Usé capas frías para salvar el cabello.
Describe la radiación.

Antes de ir a radiación por la mañana tenía que prepararme. Primero me medían para que los láseres apuntaran al mismo lugar cada vez. Me hicieron tres marcas de puntos pequeños que son excelentes recuerdos para mí en mi pelvis para el futuro. Es gracioso, bromeo diciendo que tengo tres tatuajes.

Una vez adentro me acostaban en una máquina para administrarme la radiación. Era una máquina en forma de tubo en la cual introducía mi pelvis. Mi cabeza no tenía que estar dentro, pero la mitad de mi cuerpo si lo estaba.

El proceso en sí tomaba aproximadamente diez minutos. No me dolió para nada. Simplemente estaba acostada en la máquina ruidosa. Una vez terminado te puedes ir. No es ni doloroso ni aterrador en lo absoluto.

¿Cómo se sintió la radiación?

La radiación, en sí, no la sentí. Mi piel era mucho más propensa a las lesiones. No sentí la quemadura del sol que uno siente con otros tipos de radiación, pero tenía la piel realmente frágil.

Si recibía un rasguño o algo así, no desaparecía. Tendría que ponerle crema. En mi caso, debido a que era radiación pélvica, tampoco podía tener relaciones sexuales. Fue un proceso bastante doloroso.

¿Tuviste efectos secundarios debido a la radiación?

Fui realmente sedentaria, especialmente durante ese tiempo. En la zona pélvica de mi espalda era donde recibía muchas lesiones y me picaba mucho. Al principio me rascaba sin darme cuenta de que era por la radiación y me salían costras que no desaparecían.

La combinación de quimioterapia y radiación me causó enfermedad y estreñimiento. Combinado con la náusea de la quimioterapia y todo lo demás, descubrí que lo mejor era tomar un jugo de ciruela en lugar de todos los diferentes medicamentos que te daban.

¿Tuviste que ir a terapia física al terminar la radiación?

Comencé a ver a un fisioterapeuta pélvico que me recomendó mi oncólogo radioterapeuta. Estoy muy feliz de haberlo hecho. Él me explicó los riesgos de no hacer terapia después de la radiación. Si no haces ciertos ejercicios o estiras ciertos músculo, la radiación provoca que las cosas se contraigan. Lo mismo pasa con la vagina.

Con la radiación pélvica, si no la estiras o no la dilatas regularmente, existe la posibilidad de que tu vagina se reduzca a un tamaño realmente pequeño. Creo que dijo dos pulgadas, quizás más pequeña. Y es por eso que me debía someter a una serie de ejercicios para prevenirlo.

Ya que tuve cirugía y radiación, tenía una gran cantidad de cicatrices en la zona pélvica y alrededor. Los músculos estaban realmente contraídos. También tuve trauma muscular, lo cual es una tensión de los músculos en el área.

Tuve una fisioterapeuta maravillosa que me ayudó a hacer todos los ejercicios y me mostró cómo hacerlo por mi cuenta. Usaba una máquina de estimulación electrónica para ayudarme con los fuertes dolores pélvicos que tenía. Fue algo que me ayudó bastante.

¿Cuánto tiempo duró la terapia?

Hice terapia física durante los primeros dos o tres meses. Tengo cicatrices en diferentes áreas y me mostraron cómo masajearlas para que no tuvieran la ondulación que normalmente se ve en las cicatrices.

Son suaves y se desvanecen con el tiempo. Una vez que me mostraron cómo hacer todas esas cosas y que había mejorado, no tenía mucho sentido acudiendo, así que lo hice durante el primer par de meses y luego pude hacerlo solo.

En la última cita aprendí que la dilatación debe suceder a perpetuidad por el resto de su vida, a menos que tenga relaciones sexuales regulares lo cual estira la vagina. Al principio, estoy bastante segura de que me dijeron que solo tenía que hacerlo durante el primer año; año y medio. Resulta que es para toda la vida.

¿Podrías describir la terapia y la estimulación?

La estimulación electrónica no era un tipo de estimulación placentera. Fueron dos partes diferentes: en el muslo interno y alrededor del pelvis. Me quiso explicar la razón de los dolores realmente agudos y dijo que hay diferentes tipos de nervios y sistemas nerviosos, y había cierto tipo de nervios que estaban afectados.

Es por eso que estaba teniendo dolores realmente agudos. La estimulación electrónica confundiría al sistema nervioso y entraría en contacto con diferentes nervios que ayudarían a que el sistema nervioso que estaba afectado y se activaba no lo hiciera. Era bastante útil para los dolores.

Creo que es para cualquiera que haya recibido radiación en la pelvis porque la radiación hace que el canal vaginal se contraiga. Hay unos dilatadores que varían en tamaño.

Tienen forma de cono y se entrelazan. Al principio, cuando termina la radiación por primera vez, probablemente comience con el tamaño más pequeño. Se usa para estirar los músculos vaginales. Usaban también uno más pequeño para estirar los músculos en diferentes direcciones y así poder sacar los nudos haciendo los músculos más flexibles.

Uno simplemente se acuesta y se coloca el más dilatador más grande por unos minutos todos los días. Eso ayuda a que el canal no se contraiga.

Admito que no fui muy buena con el tratamiento ya que se supone que se debe hacer una vez al día pero yo lo hacía aproximadamente una vez por semana. Para mí estuvo bien, pero creo que varía para cada persona.

Describe el primer ciclo de quimioterapia.

La primera quimio fue bastante sencilla y directa. Entraba, me enganchaban, me daban esteroides y pasaban por diferentes bolsas intravenosas. Debido a que me estaban administrando esteroides, en mis días de quimioterapia me sentía bien. Solo estaba conectada con la inyección intravenosa ocho horas, pero eso era todo.

Para esa primera ronda de quimioterapia me colocaron una línea de PICC que, honestamente, era más molesta que cualquier otra cosa porque era un tubo de plástico que tuve saliendo del brazo durante todo el tiempo que duró el tratamiento. El tubo de plástico tiene un catéter en el interior, por lo que no necesariamente tiene que atravesar las venas de los brazos.

Pero es difícil bañarse, es incómodo al dormir y hay que limpiarlo. Al principio es bastante doloroso porque se está curando y hay un agujero por el que salía el tubo. No me encantó.

¿Cuáles fueron los efectos secundarios de la quimioterapia?

En ese entonces yo todavía estaba trabajando, así que en realidad me la pasaba en mi laptop trabajando. Tuve algunos incidentes con unos clientes que tuve que arreglar, lo cual fue realmente divertido porque estaba haciendo todas las llamadas y contestando todos mis correos desde mi casa. Me sentí mucho más a gusto.

En los días posteriores es cuando empezaba a sentirme realmente mal porque los esteroides dejaban de hacer efecto. No el día siguiente, pero el segundo día después de la quimioterapia.

La primera quimioterapia a la que me sometí se llamaba cisplatino. Fue bastante neurotóxica. Se suponía que debía pasar por seis sesiones, pero el doctor lo terminó a las cuatro sesiones porque empecé a escuchar un ruido en mis oídos.

El doctor me advirtió que si no cortábamos el tratamiento esa neuropatía podría causarme una pérdida del oído.

Describe el ciclo de los efectos secundarios.

El día que mejor me sentía era el día justo antes de la siguiente quimioterapia. Es como una ola; te sientes bien el día de la quimioterapia y luego va cuesta abajo desde allí.

Creo que el 4to día era el peor, luego te empiezas a sentir un poco mejor el 5to y 6to día solo para tener que ir a recibir otra dosis el 7mo día.

Los días que más se sentían los efectos eran el 2do, 3ro y 4to. Durante ese tiempo estaba fatigada, con muchas náuseas, muy sensible a los olores y perdía mi sentido del gusto.

Mi sentido del olfato se agudizaba, por lo que incluso el olor a café o el olor a colonia, que por lo general me encanta, me hacía sentir muy enferma.

No podía comer nada; perdí mucho peso. Lo único que realmente podía comer eran zanahorias y apio; a veces con tostadas secas. Eran mis salvadores y aún se me antojan cuando los veo ahora. Era lo único que comía.

¿Tomaste medicamento para los efectos secundarios?

Traté de tomar medicamentos contra las náuseas. Hay uno llamado Ondanestron, pero honestamente no me ayudó en absoluto. Lo único que me funcionó fueron los alimentos con marihuana. Ni siquiera fumarla me servía. Tan pronto comía un alimento, este hacía efecto, me sentía mucho mejor y podía comer.

El único otro efecto era que el THC y el CBD también me alteraban. Por lo general los tomaba por las noches para ayudarme a dormir porque no me encantan los alimentos comestibles. Eso fue, honestamente, lo único que me hizo sentir normal.

Describe la quimioterapia adyuvante.

Carboplatino + Paclitaxel (Taxol®)

La segunda quimio fue mejor en términos del dolor. No sentí dolor en absoluto. Me dieron unos esteroides para antes y después con los que me sentía tan bien que hasta podía ir a la oficina y trabajar sin problemas. Pude comer, no me sentía enferma en absoluto. Me sentía normal los días en los que no tenía sesión de quimioterapia.

Los días de quimioterapia, en sí, fueron más complicados porque esos fueron los días en los que me estaba poniendo las capas frías. Constantemente las tenía que estar cambiando y me dolía mucho la cabeza.

Cabello

Describe la pérdida del cabello.

Para mí, mantener mi cabello era extremadamente importante porque no quería que la gente supiera que tenía cáncer sin que yo se lo dijera.

Quería tener el control de esa información. Cuando me diagnosticaron por primera vez, ni siquiera podía decir la palabra cáncer, y mucho menos decirle a las personas que lo tenía.

Perdí mis cejas y mis pestañas, pero creo que tener cabello es una señal de salud. Al ver a alguien con poco cabello uno automáticamente asume que tienen cáncer o que se están quedando calvos. No quería que la gente asumiera eso de mí.

Algunas veces iba a lugares como, por ejemplo, un bar o algún lugar en donde le decía a la gente. A lo que ellos respondían: “Pero te ves bien”. Cualquier persona que me conozca o me haya conocido durante ese tiempo sabe que no le debes decir eso a alguien que está pasando por algo como eso.

No sé cómo se sentirían los demás al respecto, pero a mi me enfurecía porque sentía que estaban invalidando mi condición al decir que no me veía como lo que ellos creían que se vería alguien con tales condiciones.

Por ende, el cabello me importaba porque me permitía no verme como la idea que las personas normalmente asociaban con el cáncer.

¿Usaste capas frías para salvar tu cabello?

Encontré las capas frías al estar buscando maneras de salvar el cabello durante la quimioterapia en línea. Basado en lo que encontré era lo único que parecía ayudar a preservar el cabello.

Describe las capas frías.

La segunda vez que te colocas las capas no puedes funcionar. Se mantienen a -32 grados centígrados porque están en hielo seco. No pude trabajar durante esas sesiones de quimioterapia. Solo me recostaba por ocho horas. Es diferente dependiendo del tipo de quimio que esté recibiendo, pero hay que usarlos prácticamente todo el día, incluso después de que se termine la infusión.

Hay que cambiarlos cada 30 minutos así que en el segundo en que uno se acostumbra a la temperatura se cambian y otra vez empieza el dolor de cabeza.

¿Cómo obtuviste las capas frías?

Es bastante caro. Creo que por los tres meses que lo hice pagué alrededor de unos $5000 dlls de mi bolsillo. Ni siquiera se pueden comprar en los Estados Unidos porque no han sido aprobadas. Hay que rentarlos de un proveedor y se paga una cuota mensual.

Una vez que termina el tratamiento se devuelven. No recuerdo bien cuál es la tarifa de alquiler. Fue algo cercano a los $1000 más gastos de envío y el hielo seco.

Si no tiene a alguien que lo ayude puede contratar personal para que lo acompañe durante sus días de quimioterapia y lo ayude a cambiar las capas frías cada 30 minutos.

Una vez que le comenté lo de las capas frías a mi doctor me refirió con una paciente ya mayor que él conoció y que también usó capas frías.

Ella fue una gran ayuda porque había muchas cosas que necesitaba comprar como refrigeradores, guantes que no quemen a la persona que manejan el hielo seco y una pistola de temperatura. Además, hay que saber colocar el fieltro sobre la frente y las orejas para que no se quemen.

Es todo un proceso y es necesario hacerlo bien porque uno está desembolsando mucho dinero y si no se hace de forma correcta el esfuerzo es en vano y el cabello se termina cayendo de todos modos.

Las capas frías no garantizan que salvarán tu cabello.

Absolutamente. Mi doctor fue muy honesto. Me dijo que no garantizaba nada y que tal vez salvaría el 50% de mi cabello o quizás menos. Por suerte para mí, diría que salvé alrededor de 70-75%. Obviamente se notaba que había perdido cabello. Tenía un par de manchas en la cabeza que eran un poco calvas, pero nada que no pudiera cubrir con una sombra de ojos negra y peinándome. Perdí mis cejas, así que tuve que trazarlas y perdí mis pestañas. No obstante, creo que si no lo sabías, si conocía a alguien en la calle y ellos no sabían, no se daban cuenta.

Apoyo

¿Quién mencionó los riesgos con la fertilidad la primera vez?

Mi doctor no lo mencionó. Fui yo quien lo mencionó porque sabía que afectaría mi fertilidad. Por suerte, mi cáncer no fue tan agresivo así que pude retrasar el inicio de mi régimen de quimioterapia y radiación lo suficiente como para hacerme una Fertilización in Vitro (FIV). Mi doctor me puso en contacto con un colega suyo que era un excelente médico especializado en FIV.

Yo diría que el objetivo del médico es matar el cáncer. Su principal preocupación no es la calidad de vida del paciente necesariamente. Lo que sucede después de que hayan hecho su trabajo de matar el cáncer y mantenerlo con vida no es tan importante en sus ojos. Ellos también son personas, por lo que son conscientes y simpatizan, pero depende de usted ser su propio defensor.

Si tener hijos es algo que es importante para usted, investigue realmente las opciones que tiene y menciónelo porque no necesariamente lo van a mencionar.

Por ejemplo, mi oncólogo radioterapeuta fue muy franco y sincero conmigo sobre el hecho de que, después de la radiación, lo más probable era que no pudiera tener hijos. Eso fue todo lo que me dijo al respecto. Nadie propuso la FIV ni ningún otro método alterno.

Por lo tanto, es realmente importante poder hacer su propia investigación al respecto para poder hablar con los médicos y pedir, de ser necesario, que se posponga el tratamiento para pasar por una ronda acelerada de FIV.

Existen organizaciones que ayudan a los pacientes con el aspecto monetario de la misma ya que tampoco no lo cubre el seguro y es realmente costoso. Walgreens, por ejemplo, tiene el “Programa Heartbeat”. Livestrong también tiene un programa realmente genial.

Ir a: Organizaciones Contra el Cáncer

¿Trabajaste durante el tratamiento?

Trabajé desde casa. Por suerte tenía un gerente increíble y mi trabajo fue muy comprensivo al respecto. Sin embargo, incluso cuando trabajaba no estaba trabajando a toda mi capacidad.

Pasaba mucho tiempo tumbada en la cama viendo la televisión porque realmente no podía concentrarme tanto ni hacer nada más.

Sufrí bastante del famoso cerebro de quimio, que hace que no puedas concentrarte. No podía pensar en las palabras que quería usar y eso fue realmente frustrante para mí porque siempre me había enorgullecido de tener un gran vocabulario.

¿Cómo fue la vida después del tratamiento?

Diría que la vida volvió a la normalidad debido a que estaba trabajando. Estaba fatigada. Me tomó tiempo ajustarme ya que seguí yendo a citas regulares con el médico. Todavía voy al hospital y voy a ver a mi médico para que confirmen que todo está bien.

¿Cómo fue tratar con las aseguradoras para el tratamiento?

Una cosa que me pareció interesante y un poco difícil fue el hecho de que no hubiera nadie que ayudara con el aspecto financiero de las cosas. En mi caso, mi trabajo estaba cambiando de proveedor de seguros en el momento en que yo estaba pasando por esto, así que desafortunadamente tuve que liquidar mi deducible dos veces.

En realidad, no he encontrado a nadie que ayude con el proceso financiero. Es realmente ineficiente.

Supongamos que tiene una visita al médico y le hacen los análisis de laboratorio; recibirá múltiples facturas de múltiples proveedores diferentes: del médico, del laboratorio y quizás de otra persona por esa misma visita. A menos que realmente siga la pista y los llame, se vuelve algo muy confuso.

Lo que me funcionó mejor fue cuando llamar a mi seguro con todas las facturas frente a mí con los números de referencia para hacer un seguimiento de las fechas en una hoja de cálculo de las citas que tenía, lo que se hizo en cada cita y ver qué pagaron y qué no.

Hablando con ellos me di cuenta de que muchas veces los proveedores pueden dar el número de referencia incorrecto o pueden intentar facturar algo diferente.

No es un proceso fluido y no es automático. Hay personas detrás del proceso, por lo que hay un montón de errores humanos que pueden potencialmente terminar causando pérdidas de miles de dólares.

A menos que llame dos o tres veces a diferentes lugares y descubra el error, simplemente se quedará atascado pagando esos miles de dólares que podrían haber sido unos cuantos cientos.

¿Cuál es tu consejo para lidiar con los pagos?

Aprendí de un amigo que había tenido una cirugía antes y había pasado por esto. Dijo que hiciera un plan de pago para que no tuviera que pagar todo de inmediato.

Debido a que se trata de una factura médica, no pueden cobrarle intereses por esos pagos, por lo que puede pagar $ 100 al mes o lo que pueda. Están dispuestos a trabajar con usted.

Si puede probar una dificultad monetaria, existe la posibilidad de que reduzcan esa factura por usted. Sólo hay que preguntar. Saber que puedes pedir ese tipo de cosas es importante y es un alivio.

¿Tuviste que abogar por ti misma?

Definitivamente apoyo la idea de ser tu propio defensor de múltiples maneras. Ir al médico y obtener una segunda opinión desde el principio y hacer su investigación antes de ir a la cita.

Puede ser que uno haya encontrado algo un poco más nuevo o experimental que le gustaría tratar, pero el doctor es más conservador y no lo mencionó.

Es absolutamente necesario que se responsabilice y realice su propia investigación para estar preparado cuando ingrese a la oficina y pueda así participar activamente en su plan de tratamiento. En segundo lugar, ser realmente tu propio defensor al decir si algo no se siente bien, mencionarlo y no dejarlo pasar.

Por ejemplo, si no se siente bien, si va al hospital, los médicos tienen un determinado libro de jugadas. Saben que deben buscar ciertos síntomas, saben que deben buscar ciertas condiciones y parámetros, pero fuera de eso, no piensan demasiado fuera de la caja. Usted podría ser un caso especial.

A menos que abogue por usted mismo su situación podría empeorar. Eso es absolutamente importante. Cuando se trata del aspecto monetario de las cosas, es importante ser su propio defensor e ir al hospital, al consultorio del médico o al laboratorio.

Lo mejor para ellos es que se les pague de alguna manera, así que incluso puede solicitar algún tipo de reducción en su factura basada en lo que usted la paga y podrían llegar a un acuerdo.

La mejor manera de hacerlo es diciendo que de reducirse la factura, lo pagará todo de contado. Simplemente sea un participante activo en su tratamiento y también en el pago.

El mensaje de Mila.

Soy Mila Lazarevsky y soy sobreviviente de cáncer cervical. Me diagnosticaron en el otoño de 2015 y he estado en remisión durante los últimos dos años.

El mensaje que quiero transmitir es que puedes hacerlo, va a ser difícil, necesitarás apoyo, pero llegará el día en el que podrás voltear a ver y será algo del pasado.

Seguirás con tu vida serás una persona más fuerte. Te ayudará a ver la vida tal como es y no te estresarás tanto por las minucias cotidianas porque la buena noticia es que estás vivo y no tienes cáncer.